Ese es el lema de hoy, domingo. Ya hemos pasado la primera noche, la más difícil, por los nervios y la novedad de dormir al raso. Pero bien, la cosa marcha bien. Nos hemos levantado a las 8.30 al sonido del silbato para empezar el día haciendo gimnasia, bailando el waka-waka y demás éxitos del verano. Después de una bellísima eucaristía dominical, seguimos los juegos de conocimiento antes de comer. Hemos comido paella.
De Día 31 – Llegada |
Descubrimos hoy, que somos reyes cuando amamos y servimos. Cada día del campamento recibiremos un don del Espíritu Santo. Hoy recibimos la SABIDURÍA, debemos fijarnos en el rey David, cuya sabiduría era diferente a la que nos imaginamos, estaba apoyada en Dios.
Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’. Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea’. Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?’. Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios».
Como dice muchas veces Juanjo, quien no vive para servir no sirve para vivir. El servicio a los demás con humildad nos da la vida y la alegría. Parece fácil decirlo, pero es algo que se puede vivir aquí.
Felicidades a Josué (monitor), que siempre celebra su cumpleaños de campamento.
He subido muchísimas fotos de ayer, podéis verlas dándole al enlace de la columna de la derecha. Y quedan más por subir.