La buena mirada

Ayer fue un día fantástico en el que volvimos de nuestras respectivas marchas. Fantásticas las dos. Los chicos disfrutaron de una jornada dura que terminó, ya a la noche, con una eucaristía solemne en la que dimos gracias a Dios por los dones recibidos.

El lema del día fue «Las tentaciones de José», en la que hablamos de aprender a mirar al otro con castidad, a vencer muchas de las tentaciones que se nos presenta en el día a día.

Él rehusó y dijo a la mujer de su señor: «Mira, mi señor no me controla nada de lo que hay en su casa; todo cuanto tiene me lo ha confiado. Y aunque es más importante que yo en esta casa, no me ha vedado absolutamente nada más que a ti misma, pues eres su mujer. ¿Cómo entonces voy a hacer esta canallada, pecando contra Dios?» Ella insistía en hablar a José día tras día, pero él no accedió a acostarse y estar con ella

Gn 39, 8-10