Ciento y pico campamentos

monitores

Ya sólo queda un día para iniciar esta nueva aventura. Meses de preparación culminan en cuanto pongamos mañana el pie en la tierra que nos acogerá durante los siguientes días. A partir de entonces comienza una experiencia en la que no sabemos qué va a pasar.

Cierto es que hemos preparado concienzudamente este y cada uno de los campamentos que esta parroquia ha preparado, pero es llegar al día clave y todo lo que se ha preparado parece ser una minucia porque el campamento es algo vivo y se vive al día. Tenemos claras nuestras actividades programadas casi al minuto ahora toca la prueba de fuego. El triunfo o la derrota. El veredicto final. Y ese, señoras y señores, lo dictan los acampados.

Porque a pesar de que nosotros hemos programado el campamento son los acampados los que marcan su ritmo, con nuestros horarios, pero su ritmo. La implicación, la convivencia, el pasarselo bien es tarea de todos. Nosotros al fin y al cabo somos los que les planteamos las actividades, las dinámicas, hacemos una labor pedagógica. Pero cada chico, cada chica, es un mundo y cada minuto que pasamos con ellos es uno de los minutos más gratificantes que se pueden disfrutar en esta vida.

El día 9 de agosto, cuando toque el momento de la despedida y llegue el momento de las valoraciones, nos daremos cuenta de que no hemos vivido un campamento, sino ciento y pico. Porque cada uno de nosotros, ya seamos monitores o acampados habremos vivido un campamento propio, con una experiencia única e inolvidable. Mis dos años de experiencia me dicen que será así y para mí es una de esas verdades inamovibles. 9 días dan mucho de sí.

Contando las horas

Un poco de nervios y mucha ilusión para este año también. Pasan los días y lo tenemos ya a la vuelta de la esquina. Hay que empezar a pensar en como nos las ingeniamos para hacer las mochilas, sin olvidar nada imprescindible.

Aprovecho para presentarme yo, soy Dani, tengo 20 añitos y es la segunda vez que vengo de monitor; más otras veces que he venido de acampado en años anteriores. Me hago cargo de la idea que propuso Juanjo de abrir una ventana al exterior desde el campamento. Gracias a Alberto (otro monitor del campamento) que me ha ayudado mucho sobre todo en el diseño de este sitio, por su experiencia en estas cosas. Espero recibir ayuda también de los demás monitores y jefes si quieren escribir algo aquí.
Es algo nuevo y veremos hasta donde puede dar de sí. En principio la idea es escribir uno o dos artículos al día, contando un poquito como va todo y qué es lo que estamos haciendo. También espero poder colgar una selección de las fotos de cada día (ya os diré como las podéis ver) e incluso algún clip de vídeo si es posible. Todo ello, si resuelvo un par de cosillas que me quedan sobre la conexión a Internet desde allí (que lo haré).

¡Ánimo para todos! Sobre todo a los niños, por los preparativos y la pereza que da salir de las comodidades de quedarse en casa. Pero es ese pecado, la pereza, el primero de los siete que venceremos.

¡Y permaneced pendientes! porque Juanjo ha realizado un cortometraje “Se montó el campamento” que publicaré en cuanto sea posible.

Nueve días en el campo

Gil García es una pequeña localidad al suroeste de la provincia de Ávila, en la cara norte de la Sierra de Gredos. Pertenece a la Comarca de El Barco de Ávila, formada por los Valles del Tormes y del Aravalle. A poca distancia encontramos la frontera de las Comunidades Autónomas de Castilla y León y Extremadura.

Está incluida dentro del Parque Regional de la Sierra de Gredos y cuenta, por un lado, del paisaje típico de montaña y, por otro, está a muy poca distancia del Valle del Jerte en el que hay un paisaje totalmente diferente. Así, con pocos kilómetros de separación encontramos desde preciosos y extensos bosques de castaños, robles y almendros hasta lagos y lagunas de origen glacial (laguna de la Nava, de Valdemingómez, Lagunilla Negra, lagunas del Trampal) lo que otorga a esta parte del valle una gran riqueza ecológica y un alto valor natural que en la actualidad todavía, y a pesar de estar dentro del Parque de Gredos, conserva su fisonomía primitiva y su carácter rural.


El Campamento utiliza las instalaciones de Cáritas Diocesana, ubicadas entre El Barco de Ávila y el Valle del Jerte, siguiendo la N-110. Constan básicamente de tres prados, siendo el más extenso el prado “de arriba” donde tenemos los aseos, los fregaderos, la cocina, los almacenes, la sala de monitores, el aparcamiento, el comedor y espacio para jugar. En otro prado, más pequeño y recogido, y separado por un pequeño bosque, se encuentran las tiendas, ordenadas en forma de círculo.


En el mapa que tenemos puesto a la derecha podemos ver el lugar exacto desde el satélite.